jueves, julio 13, 2006

Otros poemas hay que tienen un propósito mágico. Uno está destinado a exorcizar un brusco dolor, como si éste fuera una espina o una lanza minúscula que hubiera penetrado el cuerpo. El texto habla de fuertes mujeres que arrojan lanzas; se trata de brujas, pero también pueden ser dioses o elfos los que han producido el dolor. Pronunciado por el exorcista el último verso, el dolor debe dejar al hombre y huir a las montañas. Otro poema se dirige a un enano, que puede ser símbolo de una enfermedad convulsiva; otro debe ser recitado antes de emprender un viaje; otro sirve para encontrar animales extraviados.