miércoles, abril 08, 2009


Gylfi es un rey de Suecia, versado en el arte de la magia, que toma la forma de un anciano y llega al castillo de los dioses. Les dice que su nombre es Gangleri y que ha venido por los caminos de la serpiente, vale decir, que se ha extraviado. En la sala hay tres dioses en tres asientos, uno sobre otro; esos dioses sentados se llaman Alto, Igualmente Alto y Tercero. Gangleri oye de su boca la historia del principio y fin del mundo, según la Voluspa. El tono de la exposición no es hostil, pero sí un poco irónico. Hay rasgos que son evidentemente burlescos. Así, la cadena que sujeta al lobo que se tragará el sol está hecha de seis cosas: el ruido de la pisada del gato, la barba de la mujer, las raíces de una roca, los tendones del oso, el aliento del pez y la saliva del pájaro.